Es un mineral cuya principal función es la formación de huesos y dientes.

Es importante en la producción de proteína para el crecimiento y también para el uso de los carbohidratos y grasas en el cuerpo. Asimismo, ayuda al cuerpo a producir ATP, encargada de almacenar energía en el cuerpo.

Entre otras cosas, trabaja con las vitaminas del complejo B ayudando con:

- Contracciones musculares

- Funcionamiento de los riñones

- Palpitaciones normales

- Señales nerviosas

Su papel es fundamental para el funcionamiento normal del cuerpo. Al ser un tipo de electrolito, ayuda activamente tanto en la contracción muscular como en la función de los nervios y a que el ritmo cardiaco sea constante. Los nutrientes pueden llegar a las células y expulsar todos los desechos gracias a este mineral. Contrarresta los efectos del sodio en la presión arterial. Los riñones son los principales agentes encargados de dosificar la cantidad adecuada de potasio en nuestro cuerpo.

Es una vitamina fundamental en el crecimiento y desarrollo. Es un antioxidante el cual el cuerpo no puede producirlo por si mismo, se consume del exterior y se expulsa la cantidad sobrante tras guardar una pequeña reserva. Se necesita para cicatrizar y sanar heridas; ayuda en la absorción de hierro; forma una importante proteína que se utiliza en la producción de tejidos como la piel, vasos sanguíneos, tendones o ligamentos; mantiene y repara cartílagos, huesos y dientes.

Es crucial para la realización de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo. Este mineral ayuda al sistema inmunitario, a mantener constantes los latidos del corazón y a que los huesos sigan fuertes.También al funcionamiento normal de músculos y nervios, así como a la producción de la energía y proteína. Mantiene los niveles de glucosa equilibrados.

Mineral más abundante en el cuerpo humano, siendo los huesos los que mayor cantidad contienen de este. Sangre, neuronas, tejidos corporales y otros líquidos contienen el resto. Su función principal es la del mantenimiento de huesos y dientes, pero también cumple otras funciones como la coagulación de la sangre, el envío y recepción de señales nerviosas, la secreción de hormonas, el mantenimiento de un ritmo cardiaco normal y la contracción y relajación muscular.